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oraciones a san jose del papa
Y no se hace solo por traer un hijo al planeta, sino más bien por hacerse cargo de él responsablemente. Todas las ocasiones que alguien acepta la responsabilidad de la vida de otro, en determinado sentido ejercita la paternidad en relación a él. 4.- Os lo imploro por la dolorosísima y humillante circuncisión de tu Jesús, y por el santo y dulcísimo nombre que le impusisteis por orden del Eterno para consuelo, amor y promesa nuestra. Pío IX y Pío XI consagraron el mes de marzo a San José, cuya fiesta se celebra el 19 de marzo.
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Oración A San José Obrero
Por este dolor y gozo te suplicamos nos alcances la felicidad de que, después de haber seguido tu camino aquí en la tierra, tengamos la posibilidad disfrutar de la gloria celestial. Por este dolor y gozo te suplicamos nos consueles en las angustias de nuestra última hora y nos concedas una santa muerte, tras haber vivido una vida semejante a la tuya en medio de Jesús y de María. Tú que solucionas todos aquellos asuntos urgentes, es por este motivo que te invoco con mucha fe y promesa, oh padre mío, con el objetivo de conseguir una solución a mis quejas. Mi amado San José, en esta oración te deposito toda mi seguridad.
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Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en vez de su padre Herodes, temió ir allí. San José, modelo de lealtad en el cumplimiento de los proyectos de Dios. Grande fue tu dolor al saber, por la profecía de Simeón, que Jesús y María estaban premeditados a sufrir; mas este mal se convirtió en gozo al comprender que los padecimientos de Jesús y María serían causa de salvación para innumerables ánimas.
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- Varios santos y santas le tuvieron una gran devoción, entre ellos Teresa de Ávila, quien lo tomó como abogado y también intercesor, encomendándose mucho a él y recibiendo todas las gracias que le solicitaba.
- Un siglo más tarde el beato Juan XXIII puso a la Virgen María y a san José patronos del Concilio Vaticano II, y ellos prosiguen siendo los enormes intercesores frente Dios para lograr de Él las gracias para la adecuada aplicación del Concilio Vaticano II.
San Justino, comentando de la vida de trabajo de Jesús, asegura que hacía arados y yugos(S. Justino, Dialogus cum Tryphone, 88, 2, 8 .); quizá, basándose en esas expresiones, San Isidoro de Sevilla concluye que José era herrero. En cualquier caso, un obrero que trabajaba en servicio de sus conciudadanos, que tenía una habilidad manual, fruto de años de esfuerzo y de sudor. A lo largo de tu vida terrenal tuviste enorme audacia frente al Hijo de Dios, que se complació en llamarte Su padre, pues te desposaste con Su Madre, y te obedeció.
Ante el riesgo inminente de Herodes, que deseaba matar al Niño, José fue alertado una vez más en un sueño para resguardarlo, y en la mitad de la noche organizó la escapada a Egipto (cf.Mt2,13-14). «La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley; y hoy, en este planeta donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, especial que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María.
Aún el día de hoy los jóvenes de la Asociación Reina del Rosario y de la Paz de Itapiranga se reúnen cada primer miércoles del mes para rezar el Rosario de San José. En otras apariciones los integrantes de la Sagrada Familia hablarán alternativamente de la devoción a San José, y asimismo de la oración que debe recitarse, un Rosario particular capaz de traer grandes gracias y preciosas intercesiones a los que lo recitan con corazón contrito. Incluso el Sagrado manto de San José es una manera devocional especial compuesta de frases que deben recitarse durante treinta días consecutivos, como lo fueron los treinta años que Jesús pasó con San José, para honrar a este último y colocarnos bajo el mantón de su protección. San José, padre putativo de Jesús, pertence a los santurrones más estimados entre los venerados por la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. No obstante, no todos saben que hay un Rosario de San José, sólo la última de las prácticas devocionales dedicadas a este beato tan particular. San José, Custodio y familiar íntimo del Verbo de Dios encarnado. Grande fue tu sufrimiento para dar de comer y ser útil al Hijo del Altísimo, sobre todo en la huida a Egipto; de igual manera fue grande tu gozo al tener siempre en tu compañía al mismo Hijo de Dios y ver cómo caían en tierra los ídolos de Egipto.
No obstante, con su historia ordinaria, efectuó algo extraordinario a los ojos de Dios. En verdad, ahora en 1536 existía una práctica de devoción llamada La devoción de los siete dolores y gozos de San José, que el propio santurrón habría enseñado a 2 pescadores a los que había salvado prodigiosamente de un naufragio. Como fue grande la angustia y el dolor de tu corazón, en la duda de abandonar a tu purísima Mujer, de esta forma fue inmensa la alegría en el momento en que te fue revelado por el ángel el soberano misterio de la Redención. Va a dar a luz un hijo, y le vas a poner por nombre Jesús, pues él salvará a su pueblo de sus errores . San José, mi padre y señor, tú que fuiste guardián leal del Hijo de Dios y de su Madre Muy santa, la Virgen María, alcánzame del Señor la felicidad de un espíritu recto y de un corazón puro y casto para ser útil siempre mejor a Jesús y María. No conocemos expresiones expresadas por él, solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección.
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